-Estudiantes de Ingeniería Civil Industrial y Terapia Ocupacional de la Universidad Autónoma de Chile se unen para ayudar a pacientes del hospital Roberto del Río, en la Región Metropolitana.
“Comenzó como una idea de pasillo entre colegas. En ese momento, buscábamos la forma de que nuestros estudiantes tengan un rol más protagónico con el entorno, desde el punto de vista de la vinculación con el medio. Necesitábamos que no solo se focalizaran en aprobar los ramos, también que aplicaran lo aprendido hacia la comunidad”, comenta el académico de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Autónoma de Chile (UA), Vicente Salinas, sobre “Ingeniería al servicio de la salud”, un proyecto que comenzó el 2022 y que hoy mantiene a un importante grupo interdisciplinario de académicos y alumnos trabajando en beneficio de pacientes del hospital Roberto del Río, en la comuna de Santiago.
Fue en este contexto que, aprovechando que los laboratorios de Órtesis y el de Robótica comparten el mismo espacio en la sede Santiago, Salinas comenzó a gestar la idea junto al académico Jorge López, encargado de la asignatura Ayudas Técnicas y Tecnologías de Apoyo I de la carrera de Terapia Ocupacional, bajo el concepto de “Aprendizaje significativo”. Ambos docentes se contactaron con la Dra. Carolina García, fisiatra y directora de la Unidad de (RE) Habilitación y Atención Clínica Integral (URACI) del hospital Roberto del Río, el establecimiento pediátrico más antiguo de Chile y el de mayor complejidad, para detectar problemáticas y ofrecer soluciones para el personal médico del recinto.

Desde allí se gestó la idea de elaborar órtesis, acompañamientos ortopédicos que sirven de apoyo externo para tratar lesiones, agregando sistemas automatizados para abarcar rangos óptimos de velocidad y movimiento (a diferencia de las órtesis fijas), lo que facilita la labor terapéutica, considerando los tiempos limitados de atención. Según estudios, para un neurodesarrollo adecuado, se necesita un trabajo focalizado de seis horas para casos como la esplasticidad muscular (músculos tensos y rígidos).
Una vez definida la necesidad, se crearon grupos de trabajo multidisciplinarios para la planificación de tareas y actividades, en donde participaron cerca de 100 estudiantes de Ingeniería Civil Industrial, quienes aportaron con conocimientos de automatización y robótica, y 50 de Terapia Ocupacional, enfocados en la confección y aplicación de las órtesis. El proyecto fue financiado por Vinculación con el Medio (VCM) y el Fondo de Innovación de la Docencia de la UA, lo que permitió durante el 2023, desarrollar órtesis automatizadas para 15 pacientes pediátricos entre 2 y 14 años.
“Esto no es solo un beneficio para los pacientes, también permite a los padres y/o cuidadores poder gestionar mejor su tiempo considerando que, en la mayoría de los casos, son las mamás quienes están a cargo de la rehabilitación y también de las labores del hogar, lo que es una carga bastante pesada”, comentó el académico.
En la actualidad, el proyecto sumó más especialidades tras la inclusión de estudiantes de Ingeniería Civil Informática de la universidad, con el fin de mejorar el control de los dispositivos y digitalizar los reportes. “Buscamos que el funcionamiento sea más sencillo para los usuarios y que exista una base de datos con la información y evolución de cada paciente, que se pueda revisar por el terapeuta de forma eficiente”, comentó Salinas.

El compromiso de los estudiantes hacia el proyecto se ha mantenido hasta la actualidad, con cuatro tesis desarrollándose en torno a la iniciativa. Una de ellas pertenece a la estudiante de Ingeniería Civil Industrial, Analía Flores, que gracias al financiamiento del consorcio Ingenierías2030, pudo financiar su investigación para estudiar la factibilidad económica de las órtesis automatizadas a instituciones de salud.
“El financiamiento me ha permitido modificar y perfeccionar órtesis robóticas enfocadas en tobillos, para tratar a personas con problemas como la esplasticidad muscular y pie equino, por ejemplo. Hoy en día trabajamos en un prototipo inicial al que se le han aplicado mejoras, lo que le da un valor agregado. En el estudio de factibilidad financiera consideramos oferta y demanda, costos asociados a materiales y los correspondientes trámites para patentar el proyecto”, explicó Flores.
Se espera que esta iniciativa crezca hasta convertirse en una startup, mientras se buscan financiamientos directamente desde la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID) e iniciativas internacionales como “Prototypes for Humanity”, del Art Dubai Group.